¿Querían regalos?

 

#Coautorías es la sección que dedicamos a hablar sobre los proyectos de nuestros patrocinadores. No hay de qué preocuparse: creemos en estos productos más allá de nuestra relación con los clientes.

fotos: Rachel Carrancá

Regalos tendrán. Hemos hablado antes de Barro de Cobre, buenos amigos (y clientes *guiño*) de HojaSanta. Hemos dicho, sea aquí o entre nos, que es uno de esos mezcales-rareza que además de ser costeables –su relación precio/sabrosura es altísima– es lindo de ver ahí en la barra de la casa. Es un mezcal cuidado en todos sus detalles. Su elaboración combina dos grandes tradiciones: la ancestral y la artesanal. En la ancestral, el mezcal se destila completamente en ollas de barro, de a treinta litros por destilación; en la artesanal, el proceso sucede en ollas de cobre, bastantito más grandes (500-600 litros). Los maestros mezcaleros de Barro de Cobre son maestros mezcladores también; crean dos mezcales cada uno destilado dos veces, cada uno con un proceso distinto, ancestral y artesanal, y al final elaboran una mezcla de ambos, aproximadamente el setenta por ciento proveniente de cobre y el resto de barro; ese treinta por ciento es el que le da el apergolle final, el apretón, el cinturonazo feliz.

Ah, hablábamos de regalos. Para este fin de año, para la mesa que invita, la que reúne a nuestros seres –algunos les llaman “queridos” pero nosotros dejaremos un espacio para que ustedes llenen con su adjetivo favorito: ______– ; la mesa que celebra que logramos pasar 365 días en este mundo frágil y hermoso y ancho; para esa mesa grande o pequeña, colmada o frugal; para esa mesa, Barro de Cobre ha puesto a la venta una caja preciosa. Contiene una botella de espadín, con sus notas de yerbas silvestres, tierra mojada y piña; una botella de ensamble espadín-tobalá, que agrega una como mineralidad refrescante, y un botecín de sal de cítricos que le dará una bengala extra a cada trago. (Cada botella es de 475 mililitros: suficientes para que la familia se entone seriamente pero no para que se pierda en el olvido.) La caja está en mil cuatrocientos pesos. Pídanla en amazon o escríbanle a benjamin@barrodecobre.com, que seguro les contesta de volada.

¿Ya los tienen? Ahora, háganse una paloma de mezcal escarchada con sal de cítricos, un mezcal punch ultrafestivo, un diablo de mezcal (no se olviden de arrejuntar la sal de cítricos con el Tajín en la escarchada) o escríbanle una carta de amor a Oaxaca, mi Oaxaca.~