El tiempo embotellado

 

Gramona

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Primero, no nos engañemos: cualquier momento del año es bueno para beber vino espumoso. Segundo, aceptémoslo: con solo leerlo ya se nos antojó acompañar la cena con una copa de espumoso.

En estos tiempos hemos traído entre ceja y oreja a un cava muy especial: Gramona. Nos gusta desde el campo –allá en el Alt Penedés, cerca de Sant Sadurní d’Anoia; toda esa tierra es preciosa: visítenla si pueden– hasta la botella –acá más que etiquetarla la visten, en serio–, y por supuesto (más) el líquido que contiene. Hay una elegancia en él: un equilibrio y una armonía de olores, sabores, texturas. Hay una gran complejidad en él: hay notas que llegan desde muchos lados, en diferentes momentos de su cata. Acerquen la nariz, pruébenlo. Notarán algo marino en él, notarán hojarasca casi húmeda, trufa, frutos secos, nueces y avellanas, semillas de café y cobertura de chocolate, mantequilla, levadura y otros apuntes de panadería: brioche, pan tostado, caramelo, también especias: polvo de curry, azafrán…

No es un asunto de magia o de imaginación sino del lento y cuidadosísimo proceso de producción de este cava. Chequen, por ejemplo, su vida en la botella (antes de salir de la bodega) en este video. Y destapen uno ya.

There is a saying that "Wine is the only way to package time". Time is also the key factor for turning this wine into the very fine sparkling wine that cava can become. At Gramona we understand and combine the experienced techniques of the Traditional Method with the scientific discoveries and technological advances continually taking place in the wine world.