Salsa Tabasco: Tierra de creativos

 

Hay algo que tendemos a olvidar cuando hablamos de capitalismo. Es esto: muchas empresas son tierra fértil para la creatividad. Las vemos como grandes monstruos de la explotación, y tal vez algunas lo sean, pero otras están haciéndose preguntas interesantes constantemente y en muchas ocasiones encontrando respuestas brillantes. Claro que para todas las empresas la pregunta clave es ¿cómo podemos vender más? Pero consideren algunas soluciones a las que ha llegado Salsa Tabasco en algunos momentos de su historia. Algunas son hermosas.

Ésta, por ejemplo. En 1894 la compañía le encargó al compositor George W. Chadwick y al libretista R.A. Barnett una opereta; la llamaron ‘The Burlesque Opera of Tabasco’. Tiene lo que no se imaginan: un pachá de Medio Oriente urgido de comida picante, un falso chef francés, una extraña poción otorgada por un mendigo, la satisfacción del pachá ante por fin unas gotas de picante y ácido que le devuelven el interés en la comida y por supuesto la revelación de que el líquido era en realidad salsa Tabasco. Hay canciones de amor, canciones de presentación (‘Soy el gran Vizir’) y todas esas cosas. ¿No les parece padrísimo? Aquí pueden escuchar ‘La joya del Oriente’, en una representación de 2015. Y acá abajo está uno de los preciosos anuncios de la opereta.

06272018_coautorias-tabasco creativos Sheet music from the Burlesque Opera of Tabasco, a Vaudeville-type musical comedy about tabasco sauce 1894.jpg

Tabasco también se ha interesado en la ilustración. Ustedes recordarán, por ejemplo, a Frank Beaven. Beaven nació en Indiana en 1907 y murió en 1975. Desarrolló su trabajo principalmente entre 1930 y los años cincuenta. Por supuesto, en la década de los cuarenta Tabasco atrajo al dotadísimo monero y le encargó algunas ilustraciones. Tabasco estaba tratando de abrirse a la creatividad de los otros: es una forma generosa de hacerlo. Pueden ver algunas ilustraciones de Frank Beaven en la Cartoon Library de la Universidad de Ohio y a continuación dos piezas de Beaven para Tabasco:

06272018_coautorias-tabasco creativos Frank Beaven 1940s.jpg
06272018_coautorias-tabasco creativos Frank Beaven 1940s (02).jpg

A Ludwig Bemelmans lo recordarán por los libros de Madeline –sobre las aventuras de una niña parisina– pero naturalmente por un montón de cosas más. En los años cincuenta Tabasco se le aproximó al autor de origen austrohúngaro para encargarle algunos carteles para la marca. Nuestro favorito es este: ‘Las salsas y los gravies de París’.

06272018_coautorias-tabasco creativos Ludwig Bemelmans, 1950s.jpg

“El turista recuerda mucho tiempo las vistas de París”, comienza la historia. “Pero igual de probable es que recuerde con idéntico afecto una cierta receta que probó en esta ciudad encantada.” Claro que la receta de tournedos con salsa bernesa tenían esa gota especial de Tabasco, la que da el punto perfecto de agudeza a lo que toca. (El hermoso cartel incluye tres recetas: mantequilla oscura, gravy parisino y aderezo francés supremo. Háganlas.)

Ya se ve a qué queríamos llegar. En la cocina pero también en la música y la ilustración, Tabasco ha sido un lienzo fértil para la imaginación.~