Un banquete en Mavoro

 

texto y fotos: Claudio Castro

Sí, existe conexión muy compleja entre el productor y su tierra; una conexión sentimental, ambigua, extraña (para los que la ven desde fuera) y muy bella. Saber trabajar perfectamente los ingredientes, dominarlos, no sólo sucede en un contexto restaurantero. También en uno cotidiano. Ese conocimiento es casi involuntario, según Doña Inés Cruz, “te lo enseña la vida”. La señora Inés fue muy amable en recibirme en su casa, localizada en Mavoro, Estado de México. Es un pueblito a una hora de Toluca, con bastante menos de tres mil habitantes. En el siguiente fotoensayo podrán ver lo que preparó esa vez, en un espacio muy reducido: sopes, salsa, mole verde. Y les juro: probar cada etapa de preparación fue una de las mejores experiencias de mi vida.~