Zamaa

 

por HS; fotos: cortesía de Zamaa Cerámica

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La artesanía mexicana –la auténticamente hecha a mano, la de técnicas ancestrales, con colores y formas tradicionales– es altamente apreciada en todo el mundo. Extranjeros de aquí y de allá se regresan a sus países cargados con grandes envolturas que protegen nuevas decoraciones para salas, recámaras y cocinas. La alfarería es uno de esos oficios artesanales de gran tradición mexicana, que podrían perderse si no se les da la importancia merecida. Zamaa es una empresa dedicada a salvar y darle valor a la artesanía de México, principalmente a la cerámica.

Mariana y Dine, quienes un día decidieron entrarle con las manos a hacer objetos de cerámica, fundaron Zamaa: un proyecto social que busca conservar las tradiciones alfareras de México a través de crear, con técnicas tradicionales, tazas, macetas, vasos, tazones, platitos y platotes de diseños contemporáneos.

Con Zamaa formaron una mancuerna con la que, basándose en el trabajo manual de los artesanos de diferentes lugares del país, empezando por el Estado de México, encontraron puntos de encuentro para crear objetos estéticos originales y a la vez muy mexicanos: «el proceso de diseño es bastante simbiótico: entre las dos decidimos todo, platicamos del diseño, nos contamos inquietudes para experimentar…», ellas cuentan. Inspiradas por los alfareros mexicanos y sus diseños limpios, puros e imperfectamente perfectos, todas las piezas de Zamaa son únicas, artesanales, libres de plomo.

Más que un negocio, este par de socias encontraron un proyecto social mexicano con el cual podían y querían colaborar. Tristemente, muchos de los talleres de los alfareros se están quedando vacíos... «Queremos que se mantenga la tradición de los alfareros», explican su teoría, la cual le apuesta a que estas familias vuelvan a encontrar una oportunidad de trabajo de alfarería si los diseños son atractivos para la venta. Ahí es donde entran ellas: en cada comunidad, en diversos talleres, ayudándolos a exhibir sus productos ante los ojos correctos y dándoles el valor que merecen.

Cada colección y cada pieza poseen una clara personalidad. Es decir, comparten el material y las mentes maestras, pero tienen una identidad propia. Y esto convierte a cada pieza en una joya: cada una es hecha y pintada a mano. En un mundo automatizado, las manos de estos artesanos se toman el tiempo de formar cada objeto desde cero. Desde la masa hasta la pintura. No es sólo su conocimiento, experiencia y tradición, también es la paciencia que invierten en hacer cada pieza lo que las hace tan valiosas. Aquí el objetivo no es que todas sean idénticas, sino que sean originales; no se puede controlar el grosor, el pigmento, la curvita. Se trata de aprender a soltar y dejar que cada una sea irrepetible.

 Sentarte a comer en tu casa, a tomar un café, decorar tu terraza o la mesa de la sala también son procesos estéticos que forman parte de nuestra vida diaria. Y utilizamos nuestras manos para llevarlos a cabo. Reflexionar sobre el trabajo de los artesanos mexicanos y adquirir sus creaciones puede ser el primer paso hacia apreciar todo lo que podemos hacer todos los días gracias a nuestras manos (y las de otros), y qué mejor que hacerlo con calma, paciencia, disfrutando del trayecto y admirando la perfección que hay en las imperfecciones.


En Zamaa, eventualmente les gustaría incluir objetos artesanales de vidrio, barro y textiles. Mientras tanto, sígueles la pista porque también hacen piezas personalizadas. Encuentras las colecciones, los colores y los puntos de venta en zamaa.mx