Una pizza con Villa de Patos

 

Sólo una tierra sana produce alimentos sanos

fotos: Ana Lorenzana

 
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Sofía y Emilio Arizpe, en mero Coahuila, se dieron a la tarea de recuperar la tierra de sus abuelos en la década de los ochenta. Fue entonces que cayeron en la cuenta del largo y laborioso proceso que hay detrás de cada producto que se encuentra sobre nuestra mesa cuando lo comemos: “Sólo una tierra sana produce alimentos sanos.” Sofía y Emilio aprendieron a trabajar con la naturaleza, a darle importancia y a respetarla para conseguir los mejores productos posibles hoy en día.

Villa de Patos es una empresa integrada verticalmente, lo cual asegura que los productos finales son cuidados a lo largo de todo el proceso para asegurar que el resultado final sea lo más orgánico posible. Desde los primeros pasos en la cosecha y producción en Villa de Patos hasta el momento en el que los productos llegan a la mesa, todo es cuidado y manejado por la propia granja y la gente que trabaja en ella. Esto no sólo nos da ingredientes excelentes, sino que también implica una manera de repensar el proceso completo: el trabajo de la tierra, la cosecha, la manera en que se procesan los alimentos, su transporte y su comercialización. La gente detrás de cada uno de los procesos es igual de importante para lograr su cometido.

 
 

En La Gloria (así se llama el rancho), piensan en todos los agentes para tener una convivencia y un ecosistema armonioso. No utilizan ni químicos ni pesticidas porque, aparte de dañar la calidad de los alimentos, en el campo conviven libremente todos los animales y plantas. Además, los Arizpe también piensan constantemente en cómo mejorar y agilizar el proceso en Villa de Patos sin descuidarlo. Las actividades ahí son un híbrido entre tecnología y tradición. Por ejemplo, la leche y las bebidas pasan por un procesamiento en alta presión, que permite que conserven todas sus propiedades y sabores originales.

En General Cepeda, Coahuila, Villa de Patos es una de las más importantes fuentes de empleo. Sofía y Emilio son conscientes de esto y procuran impulsar el bienestar de todos sus trabajadores y sus familias. Además, Villa de Patos apoya a fundaciones como La Casa de Jugar, donde los niños aprenden lúdicamente. Entre los miles de productos de Villa de Patos –como hemos dicho, todos de la mejor calidad– se encuentran quesos y cremería, leches, jugos, nueces, huevo, pollo, carne, maguey y cualquier cosa que se les ocurra entre éstas.

 
 

Pues, bueno, no hace falta dar más explicaciones y porqués de la excelencia de Villa de Patos, de principio a fin, del producto más pequeño a la comunidad y sus ideales. También resulta obvio que hacer cualquier receta con productos del rancho La Gloria tiene una garantía de sabor y de calidad. Una pizza, por supuesto, también.

¿Qué les parece empezar con un pesto? Ya saben, esa clásica salsa italiana aceitosa, verdosa, deliciosa. Esta vez, un pesto de kale. Y nuez orgánica también. Los nogales de Villa de Patos se encontraban ahí mucho tiempo antes de que los Arizpe llegaran al rancho. Después de muchos años de esfuerzo, cuidado y cariño, han logrado que los árboles viejitos den extraordinarias nueces y han plantado muchos árboles jóvenes que ya están dando grandes frutos.

 
 

La cosa no termina ahí. No hay gran pizza sin al menos un gran queso. Ésta lleva queso de oveja maduro. Los quesos y lácteos de Villa de Patos son cosa seria: tienen quesos frescos, quesos maduros, mantequilla y todo lo que se podrían imaginar en este sueño tipo Charlie y la fábrica de queso. Los quesos maduros se añejan al menos seis meses en cámaras especiales de añejamiento –ahí queremos envejecer, por favor–. Ahora imagínense la combinación pesto-de-kale-y-nuez-orgánica-con-queso-de-oveja-maduro-encima. Ahora dejen de salivar y váyanse a cualquier Cancino, que de eso es la pizza del mes de enero. No nos tienen que agradecer, el mejor regalo es el dar.~

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