En recuerdo de Nora Ephron (I’ll Have What She’s Having)

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Este texto apareció en nuestro especial de cine. Todavía pueden comprarlo aquí. Y cuando estén por allá, suscríbanse a HojaSanta, tiene largas sobremesas.

Nora Ephron (1941-2012) odiaba las cucharas para postre, amaba la sal y la champaña, y cocinaba el mejor pastel de carne en Nueva York. «Si es que existe un sello de Nora Ephron es que nunca es demasiada comida», dijo en una entrevista con la revista estadounidense Epicurious. «Tengo un amigo cuyo mantra es ‹debes escoger›. Yo creo exactamente lo contrario: pienso que siempre debes tener al menos cuatro postres en tu mesa». Amaba sinceramente a la comida, tanto como al cine y la literatura.

Fue productora, guionista y directora de cine en Estados Unidos; una brillante periodista, ensayista, escritora y cocinera. Fue conocida por sus taquilleras comedias románticas, sus ensayos sobre empoderamiento femenino, el agudo humor que habitaba en su blog en The Huffington Post, y por su especial interés en la comida. No sólo amaba comer, amaba pensar en comer y creía que la forma en la que comemos habla más de nosotros que todos nuestros discursos.

Desde su polémico y jugoso ensayo sobre el panorama gastronómico de los años sesenta, publicado en 1968 en New York Magazine, The Food Establishment: Life in the Land of the Rising Soufflé or is it the Rising Meringue?, hasta las recetas narradas en su novela semi-autobiográfica Heartburn (1983), y la cinta Julie & Julia (2009), la comida fue un punto central en su trabajo. Siempre hubo espacio destacado para recetas de la vida diaria, que ejercen enorme influencia en nuestras decisiones, más de lo que reconocemos. Para ella, la comida ofrecía inspiración y alivio, pero también generaba desazones y rompimientos. Por ejemplo, en Harry y Sally (1989), donde su particular forma de definir personajes a través de la comida se hizo evidente.

En sus textos trató temas delicados, como la liberación femenina y su marcada función como ama de casa en los años cincuenta, y documentó el proceso en el que el tema de la industria gastronómica creció con velocidad. «Tuve la suerte de estar viva durante el movimiento de liberación femenina. Vi cómo, gracias a Julia Child, Craig Clairborne –escritor de comida en New York Times– y personas como ellos, el ama de casa que cocinaba en un pequeño mundo de recetas fue reemplazada por la mujer creativa…», escribió.

Ahora, démonos juntos esta escena escrita por Nora Ephron. Una de las grandes escenas restauranteras de todos los tiempos.