Plástica, gráfica y comida, tres espacios
El primer espacio en que se mezclan la comida y la plástica (más allá del restaurante) es el libro On the line, donde el chef Éric Ripert describe detalladamente la línea de su restaurante Le Bernardin, es decir: el camino que sigue la comida de cruda a emplatada y los trabajadores que lo llevan a cabo. Para ese libro Ripert llamó al equipo de fotógrafos Shimon Tammar. Como ustedes saben, Le Bernardin es uno de los grandes restaurantes de pescado en el mundo. El reto: fotografiar producto marino para hacerlo parecer vivo y en movimiento. El resultado es hermosísimo:
El segundo espacio es la galería del extraordinario pintor mexicano Arturo Rivera (DF, 1945). En esa galería (virtual) hay una sala dedicada a una serie de óleos llamada El asesinato del conejo de Durero, que examina con precisión técnica los diferentes estados del conejo, de la carnicería al plato. Además de la obvia referencia a Durero, hay citas a Rembrandt, a Zurbarán… Los óleos son de una belleza brutal pero también irónica. Aquí está la serie:
Y el tercer espacio es para esas mañanas o tardes morosas en que o no se tiene mucho que hacer o se ha decidido procrastinar. Es un sitio dedicado a ese arte nunca bien ponderado: el del menú del restaurante y su presentación. Aquí abajo les dejamos tres ejemplos de México, que pueden o no haber sobrevivido cuando lean esto Wallace en el DF, Torotoro en Monterrey y Malahat en Mérida: un buen diseño de menú no garantiza la vida de un restaurante, tristemente), pero hay cartas de restaurantes de todo el mundo, y son una gozada de ver. Dense su tiempo y visítenlo: The Art of the Menu.
Sigamos platicando de arte y comida.