El risotto, aquel plato divino que siempre se ha caracterizado por su complejidad a la hora de prepararlo. O al menos eso es lo que contaban las malas lenguas. Desde hace varios meses tenía un antojo increíble de risotto, lo cual era raro porque nunca como riosotto. El punto es que mis habilidades culinarias (no las peores pero tampoco las mejores) y yo teníamos miedo de preparanos un risotto. Pero un día dije suficiente, hoy es el día. Y fue el día y descubrí que más que difícil es medio tardado, pero vale cada minuto.

(Receta para 3-4 personas)

Ingredientes

2 cdas aceite de oliva
¼ cebolla
1 ajo
1 tz arroz arborio
3 tzs de líquido
Crust queso parmesano
½ tz parmesano rallado
1 cda mantequilla
Sal, pimienta y nuez moscada

Es muy importante usar caldo de pollo o de res para hacer el risotto porque es lo que le da el sabor. Una gran opción es caldo de huesos; sin embargo, en caso de querer risotto desesperadamente y no tener caldo de huesos o de pollo o de res o sus variantes, pueden hacerlo con "caldo de agua". En un litro de agua pongan media cebolla, un ajo partido por la mitad, pimienta en bola, sal en grano y por lo menos un par o todos los siguientes ingredientes frescos o secos: tomillo, hoja de laurel, orégano, romero, hierbas provenzal, hierbas finas o clavo. Si tienen por ahí zanahoria, poro, cebolla cambray, apio en pedacitos crudo o salteado, todo a la olla por unos buenos 20 minutos.

Ahora sí, para el risotto: en un sartén profundo pongan dos cucharadas de aceite de oliva, ¼ de cebolla y un ajo grande partido por mitad, dejen que el aceite se aromatice con la cebolla y el ajo hasta que estén bien dorados pero no quemados y retírenlos del aceite. Después, salteen el arroz arborio hasta que esté bien cubierto por aceite y caliente. Con el fuego bajo, agreguen lentamente el caldo caliente y muevan lentamente en círculos con una pala o con una cuchara de madera hasta que se absorba el agua por completo. Cuando ya no haya líquido, agreguen otra media taza y el crust del queso parmesano. Cuando se absorba el caldo, agreguen otra media taza y síganle moviendo. No se puede dejar de mover, es un proceso lento y de paciencia como les dije. Se agrega caldo hasta que el arroz esté cocido, deben ser unos 20 minutos, más o menos. Cuando esté cocido el arroz, échenle el parmesano rallado y muévanle lentamente hasta que se derrita; después, échenle la mantequilla. Debe quedar cremoso y caldoso, pueden agregarle más caldo, queso o mantequilla para que alcance esta consistencia.. Sazonen con sal y pimienta y con un poco de nuez moscada si les gusta. Retiren los resabios del crust de queso parmesano y listo.

*Ésta es una receta base para risotto, se le pueden agregar otras verduras o hongos. El risotto no se conserva ni se recalienta bien, así que acábenselo en una sentada o usen los restos para hacer arancini.

Risotto con parmesano