Receta por Ivan Orkin; Foto: Adam Kuban

Adaptamos este sándwich de Ivan Ramen: Love, obsession, and recipes from Tokyo’s most unlikely noodle joint de Ivan Orkin (Ten Speed Press, 2023), un libro donde ‘obsesión’ es la palabra clave: todo él está tiene como eje una sola receta, el shio ramen del localito de Orkin en Tokio; lo demás, como este sándwich, responde a la pregunta: ¿qué hacer con las sobras? (En ese caso, el puerco y el ajo que de otra forma van al ramen).

La receta es para 4 sándwiches

INGREDIENTES

20 gramos ajo rostizado (ver receta abajo)

4 dientes ajo crudo, picado fino

30 ml aceite de ajo (ver receta abajo)

175 gramos mayonesa

Sal, pimienta

4 baguets no de masa madre de 15 cm (si viven en el DF, sustituyan por 4 panes viena de Pastelería Madrid: maestrísimos)

8 rebanadas prochetta de 1 cm cada una (la receta está acá), a temperatura ambiente

8 rebanadas jamón de pierna de puerco de buena calidad

8 rebanadas queso suizo

2 pepinillos encurtidos grandes, en rebanadas de 5 mm

Manteca de cerdo, derretida

Ajo rostizado y aceite de ajo

500 ml aceite vegetal

250 g dientes de ajo pelados

Primero hagan la porchetta. Vayan acá, y los esperamos de vuelta.

Ahora hagan el ajo rostizado. Combinen el aceite y los ajos en una olla pequeña colocada al en la estufa al mínimo fuego posible. Mantengan la ollita al fuego hasta que los dientes de ajo puedan aplastarse fácilmente, unas 2 horas. No dejen que el aceite burbujee en ningún momento. Cuelen los ajos, háganlos puré con una batidora de inmersión o en un molcajete. Mantengan por separado el aceite y el puré de ajo en el refrigerador hasta que sea necesario.

Hagan una mayonesa de ajo mezclando los ajos rostizados, los crudos, la mayonesa y el aceite en un tazón grande. Sazonen con sal y pimienta.

Corten los panes por la mitad y unten cada una con una muy (poco) sana cantidad de mayonesa de ajo. Coloquen encima de una de ellas la porchetta, el jamón, el queso y los pepinillos. Cierren los sándwiches y píntenlos por fuera con la grasa de puerco.

Calienten una prensa de panini o una sartén a fuego medio alto hasta que esté muy caliente. Coloquen el sándwich en la prensa o la sartén; si usan una sartén, pónganle un peso encima, como un ladrillo envuelto en aluminio u otra sartén pesada, o presiónenlo constantemente con una espátula grande. Voltéenlo cuando esté doradito y crujiente, unos 3 minutos, repitan la operación por el otro lado –y, claro, con el resto de los sándwiches. Sírvanlos como vayan saliendo.

Si les gusta el buen food porn –¿a quién no, cierto?– vean esto que aparece en Chef (2014) de Jon Favreau. El resto de la película da igual; su cubano es inolvidable:

Un sándwich, no torta, cubano