Sopita de pollo para días nublados

Bueno: para el alma también

 

receta: Peter Meehan

Adaptamos esta receta para días nublados como hoy (3 de junio, 2016) de un libro favorito, 101 easy Asian recipes de Peter Meehan (Clarkston Potter, 2015), que es como un curso superintensivo de cocina asiática para principiantes –y no tanto–. Cómprenlo, se lee de una sentada.

 
 
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 La receta es para unas 6 personas

INGREDIENTES
1 pollo entero de poco menos de 2 kilos
8 tazas agua, o algo más si es necesario
½ taza zanahoria rebanada
1 taza cebolla rebanada
2 cebollas cambray (o, si tienen acceso a una buena tienda japonesa o al mercado de San Juan, 2 cebollas negi)
2 rebanadas jengibre de 5 mm
1 cucharadita sal
4 dientes de ajo
1 punta de anís estrella
¼ cucharadita semilla de cilantro
¼ cucharadita pimienta negra entera
1 cucharadita pimienta sechuán
1 hoja de laurel
2 cucharaditas salsa de soya
¼ cucharadita pimienta negra recién molida
250 g fideos (nosotros usamos fideos chinos de huevo [la foto, aquí al lado], pero cualquier pasta servirá)
Cebollita de cambray rebanada delgadita, cilantro, aceite de chile, etc, para decoración y acentuación

Pongan el pollo, pechotierra, en una olla y cúbranlo con agua por un poco más de dos centímetros. Pongan la olla a fuego medio alto y llévenla a hervor; bajen el fuego al mínimo, limpiando la espuma que se junte en la superficie durante los primeros 10 minutos. Agreguen el resto de los ingredientes hasta la hoja de laurel, tapen la olla. Dejen hervir lentamente 5 minutos más, retiren del fuego. Dejen el pollo en la olla tapada, sin estarla moviendo ni nada, durante 45 minutos.

Retiren el pollo de la olla con cuidado y colóquenlo en un platón (no en una tabla de cortar, porque va a soltar mucho líquido). Cuelen el caldo, desechen el resto de los sólidos. Limpien la olla, agreguen el caldo, pónganlo a fuego bajo. Lleven otra olla de agua con sal a hervor para la pasta.

Cuando el pollo haya bajado su temperatura un poco –apenas lo suficiente para agarrarlo sin quemarse–, retírenle la carne y deshébrenla groseramente. No quieren hebritas delgadísimas sino pedacitos que se dejen morder. Desháganse de los huesos, denles la piel a los perros (si tienen). Coloquen la carne de pollo en un tazón, sazónenla con la salsa de soya y la pimienta.

Cuezan la pasta según las indicaciones del paquete. Escúrranla bien, divídanla en 4 tazones. Agréguenles el caldo, el pollo sazonado y los últimos acentos que quieran (cebollita, etc).

 
Gabrielle Stabile

Gabrielle Stabile