Bloody mary: hierve la sangre

 

Va así: 

Tres gotas de salsa Tabasco, el jugo de medio limón, siete gotas de salsa inglesa, una vuelta del molino de pimienta, una pizca de sal de apio, tres onzas de jugo de tomate y onza y media de vodka, todo agitado con una cuchara de bar y decorado con un tallito de apio.

foto: CC Chapman/flickr

foto: CC Chapman/flickr

Ése es el bloody mary. Aunque es un clásico de la coctelería cincuentera, este trago fue inventado varias décadas antes: acaso en 1921 en el New York Bar de París; o tal vez en los años treinta por el actor George Jessel, como dice una columna de chismes del New York Herald Tribune de 1939: “George Jessel's newest pick-me-up[…] is called a Bloody Mary: half tomato juice, half vodka”: medio vaso de vodka y medio de jugo de tomate: eso es intensidad. Otro folclor dice que algún cantinero del St Regis de Nueva York lo imaginó en 1934.

(Entre paréntesis, el St Regis de la ciudad de México ha renovado el trago a fondo: lleva mezcal, jugo de tomate y una respondona pasta de chile pasilla. Lo llaman: Sangrita María. Pídanlo en el King Cole Bar.)