Basque Culinary World Prize

 

El primer galardón para los chefs socialmente responsables

 
 

texto por March Castañeda

El mundo está muriendo. Poco a poquito, nada apocalíptico. Lo que es bueno porque aún podemos hacer algo para rescatar lo rescatable, pero malo porque se nos olvida la gravedad del asunto. En los foros internacionales que discuten los problemas más urgentes del planeta, el primer tema que se presenta, una y otra vez, es la alimentación.

Que en 2050 seremos 90 mil millones de habitantes y no habrá comida suficiente para todos —aun cuando esta afirmación salga de un pensamiento capitalista tiene importancia—; que el océano pronto tendrá más plástico que peces para comer; que cada cuatro minutos una persona muere de hambre mientras la mitad de la población mundial sufre obesidad; que se desperdicia un tercio de los alimentos producidos; que si las vacas procuran al cambio climático o es peor la soya transgénica. Es más, no vayamos tan lejos: el maíz transgénico y la amenaza ambiental y cultural que éste supone para México se ha tratado una y otra vez durante el último año. No importa hacia dónde volteemos, siempre hay alguien recordándonos que la gastronomía es mucho más que comer rico, con o sin glamur.

«La cocina también es una herramienta de resistencia, de cambio social. Es un medio y no un fin. Un medio que nos permite combatir muchos problemas alimentarios del planeta», me contó Joxe Mari Aizega, director general del Basque Culinary Center, el día que vino a México a presentar el Basque Culinary World Prize. Éste, el primer premio al que no le importa qué tan innovadora sea la cocina de un chef, busca reconocer y apoyar —con 100 mil euros— a cocineros con iniciativas gastronómicas destinadas a transformar la realidad social, económica o cultural de sus países.

 
 
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Ser chef no se limita a saber cocinar, dirigir restaurantes y salir en televisión. El trabajo de un cocinero tiene que hacerle bien a la sociedad. Eso es algo que cada vez más chefs toman en cuenta para su trabajo diario. Los grandes chefs del mundo han desarrollado proyectos que impactan de forma positiva al mundo: Joan Roca tiene The Cooking Tour Experience y participa activamente en la campaña Save The Oceans, Feed The World; René Redzepi está por abrir una escuela de gastronomía social en Yale; Dan Barber y Massimo Bottura están profundamente comprometidos en una campaña para combatir el desperdicio alimentario, y Enrique Olvera dirigió SaludArte, un programa de educación alimentaria en las escuelas primarias de la Ciudad de México.

Ellos mismos son algunos de los integrantes del consejo internacional de cocineros del Basque Culinary Center, quienes elegirán al ganador mundial junto con cuatro invitados especiales: el investigador científico Harold McGee, el historiador Massimo Montanari, la escritora mexicana Laura Esquivel, y Hital Elver, relatora especial en Derecho a la Alimentación en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El proceso de nominación —que estuvo abierto al público— cerró el 30 de abril del 2016 y en junio se anunciarán los 20 finalistas. El ganador será declarado en julio y el premio será entregado en septiembre. El ganador tiene un año para demostrar progreso en su proyecto y comprobar gastos.~

 
 

 
 

Si quieren conocer más sobre este premio, vayan a basqueculinaryworldprize.com