The Shack Burger: La vaca sagrada

 

Maldito seas, Shake Shack, maldito hasta el fin. Todos los rumores de que llegas a México han sido falsos. [Update de mayo, 2019!: Ya es oficial: habrá un Shake Shack en CDMX; estará en la glorieta del Ángel de la Independencia. Abre en “verano de 2019”. Bendito seas, Shake Shack, bendito hasta el fin tú y tu descendencia.] Mientras sucede la ¿inevitable? realidad de que Shake Shack –la cadena de hamburguesas gringa nacida en Manhattan (Madison Square Park, para ser geopolíticamente exactos), exitosa e imparable– se aparezca entre nosotros, mientras eso sucede [update de febrero, 2020!: Ya hay tres Shake Shacks en México; vayan; ya vamos a dejar de meter updates a esta página; o no; quién sabe], pues, hemos adaptado esta receta de Shake Shack: Recipes & Stories de Randy Garutti y Mark Rosati (Clarkson Potter, 2017). No es lo mismo, pero se le parece muchísimo. Busquen bollos de papa –de preferencia marca Martin’s, pero son difíciles de encontrar en México; pueden pedirlos por amazon gringo, aunque les saldrán en un ojo de la cara, de que 35 pesos el puro bollo, valen infinitamente la pena–. Para la mezcla de carne molida el carnicero Pat LaFrieda, proveedor de Shake Shack, dice que en casa se pueden intentar dos versiones: la ligera (“piensen en Pinot Noir”), que es 25% brisket y 75% chuck o diezmillo, y la versión rica (“piensen en Cabernet”), que es 20% short rib y 80% diezmillo. Van.

La receta es para 4 hamburguesas

© Shake Shack/ @infatuation / @meetjakob

© Shake Shack/ @infatuation / @meetjakob

INGREDIENTES

Salsa Shack

½ taza mayonesa Hellman’s

1 cucharada mostaza dijon (no “a la antigua”)

¾ cucharadita cátsup Heinz

¼ salmuera de pepinillos kosher

Pizca pimienta cayena

 

Shack Burger

4 bollos de papa

4 cucharadas mantequilla sin sal, derretida

4 cucharadas salsa Shack

4 hojas de lechuga

8 rebanadas jitomate (6-7 milímetros cada una)

450 gramos carne molida muy fría, en 4 bolas

½ cucharadita mezcla de sal y pimienta (la mezcla de Shake Shack lleva ½ taza de sal kosher fina y ½ cucharadita pimienta negra recién molida)

4 rebanadas queso amarillo

 

Para hacer la salsa Shack (versión casera; estos cuates se niegan a dar la receta secreta) pongan los ingredientes en un tazón pequeño y mezclen muy bien. Tendrán como ½ taza, así que les sobrará bastante. Aguanta una semana, tapada, en el refrigerador.

Para las hamburguesas calienten una plancha de fierro a fuego medio bajo. Abran los bollos y úntenles la mantequilla con una brocha suave. Coloquen los bollos en la plancha, con la mantequilla para abajo, y tuéstenlos hasta que estén doraditos, 2-3 minutos. Pásenlos a un platón. Unten la salsa Shack en la tapa. Agreguen 1 hoja de lechuga y 2 rebanadas de jitomate.

Súbanle el fuego a la plancha, y calienten otros 3 minutos.

Sazonen las bolas de carne molida con la mezcla de sal y pimienta.

Coloquen las bolas en la plancha, con el lado sazonado para abajo. Con una espátula grande, pesada, de metal, aplasten cada bola hasta que obtengan un disco de 1 cm de ancho. Sazonen las hamburguesas con más mezcla de sal y pimienta. Sean generosos.

Cuezan las hamburguesas, resistiendo el ansia de moverlas, hasta que los bordes estén dorados y crujientitos, y los jugos de la superficie burbujeen, 2½ minutos. Pasen la espátula por debajo de las hamburguesas para separarlas de la plancha y al mismo tiempo recoger los pedacitos caramelizados. Voltéenlas rápidamente pero con cuidado. Coloquen una rebanada de queso sobre cada una. Cocinen 1 minuto más.

Pasen las hamburguesas a los bollos. Disfruten, pronto estarán en Nueva York.~