Skinny grilling: la parrillada ligera

 
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Somos así: no necesitamos grandes motivos para festejar o, dicho de otra forma, encontramos con gran facilidad grandes motivos para festejar. Cualquier pretexto es válido con tal de convivir con los amigos o la familia. Sabemos que el solo hecho de que sea fin de semana es razón de sobra para empezar la pachanga, y claro, preparar una comida que amerite la ocasión. Muchas veces, como en las grandes parrilladas en el jardín, la comida misma se convierte en el eje central de la celebración y, por supuesto, consumimos una gran cantidad de calorías en una tarde. Pero nadie se alarme: pequeños cambios llevan al plato alimentos más ligeros sin perder los deliciosos sabores a los que estamos acostumbrados. Tengan por ejemplo el skinny grilling. El chef Mariano Torre Hütt, experto de la parrilla en nuestro país, nos introduce a este concepto.

Mariano difunde su amor por al asador en Querétaro, donde radica y es chef propietario de La Pazcuala. Su compromiso es con la cultura gastronómica de México y la riqueza de sus ingredientes; el apoyo al producto y al productor local. Mariano lleva siempre en mente el origen de cada producto. Es un explorador del asado: no teme innovar ni incluir nuevos ingredientes.

El pasado tres de noviembre en Casa Bonita, en Jiutepec, Torre Hütt sorprendió a varios invitados con una clase de skinny grilling and drinks, que a muchos podría parecerles una contradicción, pero les explicamos por qué no lo es. Una de las recetas más divertidas fue la de skinny BBQ wings. Estas alitas venían glaseadas en una salsa barbecue de chile morita y sustituto de azúcar, lo cual reduce considerablemente las calorías que contiene el platillo. Para acompañar: skinny gins, preparados con refrescos sin azúcar, y para cerrar, un postre a la parrilla: plátano macho endulzado con sustituto de azúcar.

Sustituir un par de ingredientes con alternativas bajas calorías es clave en esta temporada en la que los motivos para celebrar y reunirse a compartir una comida sobran –como si los necesitáramos–. Nuestra agenda puede (¡y debe!) coincidir con la agenda gastronómica de fiestas que nos imbuye desde el mes patrio con su pozole rojo hasta febrero con los tamales de la Candelaria.~