Para entrar al paraíso

 

por Bibiana Camacho

(Esto está inspirado en “Para entrar al jardín” de Juan José Arreola, publicado en 1971 en el volumen de cuentos Palíndroma. En el cuento original, el hombre recibe instrucciones para momificar a la mujer amada y enterrarla en la entrada de la casa para tenerla siempre cercana, como un corazón delator. En cambio, en este cuento, una mujer recibe instrucciones para cocinar y degustar el corazón del hombre amado, de modo que el corazón delator se integrará, deliciosa y definitivamente, en el cuerpo de la mujer enamorada.)

 
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INGREDIENTES PARA LA CITA ROMÁNTICA
El corazón fresco, fresquísimo y fileteado de un hombre amado, deseado, querido
Tomatillo verde, medio kilo
Apio, 1 barra
Chiles serranos, 2
Cilantro picado, 1 puñito, lo que quepa en tu mano
Cebolla, la mitad de 1 grande
Aceite de oliva, 2 tazas
Sal y pimienta, al gusto

Tome en sus brazos al hombre amado, desnúdelo y extiéndalo sobre la cama. Amase delicadamente con besos y caricias. Husmee y humedezca cada centímetro de piel. Frote su cuerpo varias veces contra el de él. Colóquese encima e inmovilícelo con las piernas bien encajadas en los costados. Una vez que él esté dentro, menéese con suavidad, procure mantener la temperatura constante. Colóquele una mascada, de preferencia de seda, alrededor del cuello y jale de vez en cuando hacia usted. Aumente la velocidad de sus movimientos, así como la temperatura. En el momento supremo, tense la mascada con todas sus fuerzas. Si lo hace en el instante justo, él ni siquiera se percatará de lo que ocurre. Aunque ya no se mueva, no deje de apretar hasta pasados unos diez minutos.

Con un bisturí bien afilado haga una incisión amplia en el esternón, introduzca la mano con cuidado. El interior deberá estar tibio, palpe hasta hallar el corazón, tómelo y sáquelo de un jalón.

Enjuague el corazón con agua tibia y de manera delicada: recuerde que pertenece al ser amado. Pártalo en trozos pequeños, colóquelos en un sartén con una cucharada de aceite. Menee hasta que suelte su jugo y esté sofrito. Apague y deje reposar un rato. Mientras, corte la cebolla a la mitad, tome una de esas mitades y pártala en cubos medianos. Encienda el fuego, con flama breve, y agregue los cubos de cebolla. Licue los tomatillos, apio, chiles, el resto de la cebolla y el cilantro. Agregue la mezcla al sartén. Corte las papas en cubos medianos y fríalas en la media taza de aceite restante. Una vez fritas, intégrelas al guiso. Por último salpimente y deje sazonar a fuego lento durante diez minutos.

Disfrute este platillo en solitario. Acompáñelo con pan de centeno, queso de cabra y varios vinos tintos.~